De abrazos rotos

D

Cuando se abrazan se conecta todo, la piel, la respiración, los latidos, las almas. Es el lugar donde los dos quieren estar. Horas, días, años. Cuando se abrazan todo está bien y el afuera no existe. El tiempo se para.

Pero los abrazos, como los corazones, también se rompen. Cuando el afuera -que a veces está demasiado adentro de uno- se mete por una puerta mal cerrada o una ventana que dejamos abierta por las dudas en nuestros pensamientos. Y los abrazos se sienten como de dos extraños que se conocen bien. Desconectados pero todavía un poco ahí. Los corazones, uno quizá roto y el otro asustado, laten juntos pero no a la par. Las pieles se tocan, se dan calor, pero ya no se queman entre sí. Las respiraciones se vuelven suspiros vencidos, de dos resignados a perderse. Las almas… heridas, una capaz que más que la otra, se dicen adiós cuando el abrazo termina, sabiendo que fue el último, y se separan como los cuerpos que habitan.

Así se rompen los abrazos. Te vas yendo por partes hasta que te vas del todo.

Más de...

La máquina de contar

Añadir comentario

Lo nuevo

Mantené el contacto

Sin vos, la maquina no tiene sentido. Formá parte de nuestra comunidad sumándote en los siguientes canales.