
En un tiempo donde la literatura cada día se reduce más, algo habrá que hacer.
En un tiempo donde la literatura cada día se reduce más, algo habrá que hacer.
Montevideo, 2023. Una serie de asesinatos inquieta a la policía. Un sicario, un hacha, y razones increíbles se reúnen en la calle Moltke.
El Almacén de Ramos Generales de Arregui es escenario de una conversa mañanera de verano. Antes que el calor apriete, mejor ordenar las ideas.
Don Hilario recuerda las ocurrencias de su ahijada, un domingo como cualquier otro, en la ruta y prosiando con su compadre Lacerda.
Dos amigos que se conocen, saben que no hay filosofía que nos salve de la muerte. Excepto a veces.
Don Hilario y su compadre Lacerda asisten a la escuela ante un convite por el 19 de junio. Y, como siempre, van preguntándose cosas.
Un clásico está por comenzar. En medio de la barra brava una mujer destaca. Su entrada en escena será gloriosa. El resto, como siempre, es historia.
Un hombre está encerrado en el manicomio por sus actos criminales, pero es por el contrario de lo que se piensa.
Don Hilario y Lacerda se enriedan en una charla de siesta sobre orejas, decires, escuchas y sorderas.
Un cuadro inquieta en su simpleza. Pero al mismo tiempo, atrae. Y esa relación se ve reflejada en el protagonista de este cuento.
Sebastián entró al río la noche de fin de año. Pero su suerte estaba echada desde tiempos inmemoriales. Y es hora de que se sepa.
Don Hilario y su compinche, Lacerda se preparan para visitar al Tavito, un rockero en ciernes al que se le enfermó la guitarra.
Juana llega a su casa. Su madre la espera. Pero juana está cansada. De la vida, del otoño, de las agonías lentas.
Julio C. Kilmon hace una defensa de la palabra “bichicome”, denostando la palabra “pichi” utilizada por sus amigos.
La plata tiene que volver al Gordo Pedrucci, pero para poder hacerlo, El Carucha tendrá que hacer un movimiento muy arriesgado.
Una mañana cualquiera, entre mate y lembranzas, Don Hilario y Lacerda descubren que el amor es mismamente cosa è Mandinga.
El cura Milton despierta agitado por un sueño. Decide escribirlo y se embarca en una odisea tan mínima como decisiva.
Un hombre nos cuenta por qué se apersona en un orfanato y qué es lo que busca ahí.
Es el último día de Julio Correa en la empresa y todos se juntan para homenajearlo. Pero Julio es un hombre que siempre sorprende.